lunes, 30 de marzo de 2009

¡¡ SE OFRECEN MARIDOS POR HORAS!!

Esto de la crisis me está dando mucho que pensar últimamente... Hace un par de días, por ejemplo. Bajé a ver si había alguna carta en el buzón (aunque, básicamente, sólo recibe facturas) y me encontré dentro el siguiente folleto de propaganda que, textualmente, decía:

¡¡ SE OFRECEN MARIDOS POR HORAS!!

PARA PEQUEÑAS REPARACIONES EN EL HOGAR

¡ EL GRIFO QUE GOTEA!, EL DESAGÜE PARA DESATASCAR!
¡ EL TELÉFONO DE LA DUCHA PARA CAMBIAR!
¡ LA CISTERNA DEL WATER PARA REPARAR!
¡ LA LÁMPARA Y EL ENCHUFE QUE HAY QUE ARREGLAR!
¡ EL TENDEDERO QUE HAY QUE COLOCAR!
¡LA PERSIANA QUE HAY QUE ENGRASAR Y DESATASCAR!
¡ LOS TRASTOS VIEJOS QUE HAY QUE TIRAR!
¡ EL TRASTERO O GARAJE QUE HAY QUE ORDENAR!
¡ LA PINTURA DE LA PARED QUE HAY QUE REPASAR!
¡ EL CUADRO POR COLGAR!
¡ LA ESTANTERÍA QUE HAY QUE MONTAR O ASEGURAR!
¡ EL MUEBLE QUE HAY QUE MOVER DE SITIO!
¡ LA SILLA, EL MUEBLE Y LA MESA POR ENCOLAR!
Y TODO LO DEMÁS QUE USTED PUEDA NECESITAR...


GUARDE ESTA INFORMACIÓN, LE PUEDE SER ÚTIL EN OTRO MOMENTO

XXXXXXXX, S.L. Dirección: XXXXXXXX

EMPRESA DE SERVICIOS, SERIA Y RESPONSABLE

CON PERSONAL DE CONFIANZA, CUALIFICADO Y CONTRATADO
LE OFRECE “LA SOLUCIÓN”.

¡¡¡ PRECIOS PARA HACER FRENTE A LA CRISIS!!!

Tel. 93XXXXXXXXX Móvil 6XXXXXXXXX


Después de leer esto y cuando por fin salí del estado de shock, me surgieron varias dudas. Porque, a ver: ¿qué coño pasa? ¿es que hay que estar casado para colgar un puñetero cuadro? Se ve que, si estás soltero o eres mujer, no estás capacitado para ordenar un trastero o un garaje. Claaaaro, nadie mejor que un marido (por horas) para hacerte cualquier trabajito...

También pensé que, al catalogarse como “Maridos” perderían clientes potenciales, ya que parece que el anuncio sólo vaya dirigido a las mujeres. Pero no, error: ahora con esto del matrimonio homosexual, los hombres también podrían estar interesados en alquilarse un maridito por horas y entraría dentro de la ley... así que no hay tanta discriminación como pensaba a priori (en cuanto a hacerse una clientela, me refiero).

Eso sí, hay una cosa que me saca de quicio: ¿suponen que todas estas cosas sólo las pueden hacer los “maridos”? Manda güevos! Ya estamos con los tópicos sexistas de siempre! Personalmente, como mujer, prefiero cien mil veces montar un mueble del Ikea o colgar un cuadro (si taladras demasiado, no importa: luego el cuadro tapará los agujeros extra que te hayan quedado), antes que limpiar váteres o desengrasar la campana extractora de la cocina, por poner dos ejemplos...

Además, según el anuncio, deduzco que ninguna mujer puede trabajar en esa empresa, ya que, por mucho que quiera (hay gustos para todo), ninguna mujer podrá ser nunca un “marido” de los cojones. Eso sí, seguro que te dejan trabajar en la empresa de secretaria, o lavando ropa de trabajo, o haciéndoles las comiditas a los supuestos machotes, o por el estilo... En fin, que prefiero no pensar en este tema porque me pierdo y voy a acabar soltando alguna barbaridad. Grrrr! Ya me estoy encendiendo sólo de pensarlo. Fósiles machistas, y encima carcas retrógrados!!

Aparte de esto, otra duda más inofensiva que me surge es si “todo lo demás que usted pueda necesitar” y “guarde esta información, le puede ser útil en otro momento” significa lo que cualquier persona, por inocente que sea, se puede imaginar... Mmmm? Porque entonces sí que, clarísimamente, tendría que haber una estricta selección de personal muy, muy cualificado. Aunque cuando la necesidad aprieta, en esos momentos que ellos dicen, pues ya se sabe...

Y es que, como firme detractora del matrimonio, a mí esto del “marido” no me mola nada. En fin, que si realmente es un “marido”, encima que tienes que aguantar al plasta en cuestión, y todos los coñazos que ello comporta, además luego vas y... le pagas!!. Vaya putada: masoquismo puro y duro! La suerte es que sólo te toca pringar por horas y no a jornada completa, que si no... Alguna ventaja tenía que haber, que para algo la clienta o el cliente siempre tienen razón (se supone).

Pero, como siempre, hay que buscar el lado positivo de todo esto. Mi teoría es que se puede sacar algo bueno hasta de la cosa más aparentemente tonta e insultante que encuentres por ahí. Y es por eso que, en este caso, yo me he inspirado para hacer la versión bomberil de este fantástico anuncio, joya del márketing.

Bomberos: hay crisis. La cosa está muy, pero que muy malita. Toca buscarse la vida como sea para pagar la hipoteca a los cab... caballeros del banco. Si quereis hacer un gran favor a la humanidad y, de paso, sacaros unos eurillos extra en vuestros ratos libres, aquí teneis la siguiente idea: alquilaros por horas. Podeis utilizar este anuncio, que he pensado especialmente para vosotros, con mucho cariño. Sería una cosa así:

¡¡SE OFRECEN BOMBEROS POR HORAS!!

PARA SOLUCIONAR PEQUEÑOS APURILLOS EN EL HOGAR O FUERA DE ÉL

¡ EL FUEGO QUE HAY QUE APAGAR!
¡ EL DESAGÜE PARA DESATASCAR!*
¡ EL GATO QUE HAY QUE BAJAR DEL ÁRBOL!
¡ EL TELÉFONO DE LA DUCHA PARA CAMBIAR! (MIENTRAS TE ESTÁS DUCHANDO, CLARO)
¡ LOS TRASTOS VIEJOS QUE HAY QUE TIRAR! (INCLUYENDO A TU VIEJO MAROMO)
¡ EL JARDÍN POR REGAR!
¡ LA PINTURA QUE HAY QUE REPASAR! (AQUÍ UNO SE REPASA LO QUE HAGA FALTA)
¡ LA CAMA QUE HAY QUE MOVER DE SITIO! (SIN MANOS! Y CONTIGO DENTRO!)


Y TODO LO DEMÁS QUE USTED PUEDA NECESITAR...

ESTA INFORMACIÓN ES ÚTIL EN TODO MOMENTO

CON PERSONAL DE CONFIANZA, CUALIFICADO Y UNIFORMADO
LE OFRECE “LA SOLUCIÓN”.

¡¡¡ PRECIOS PARA HACER FRENTE A LA CRISIS!!!

*Este apartado sería común al otro anuncio, pero yo me remitiría más bien a otro tipo de desagüe y tuberías... Ya nos entendemos, vaya.

Aaaaaay!!! Si se alquilaran estos bomberos por horas... El sueldo de becaria no da para mucho, pero ya me privaría yo gustosamente de algún capricho para poder encargar algunos trabajillos de vez en cuando... Yo calculo que si sustituyo el buen vino y el whisky de marca (aunque esto en vez de caprichos serían necesidades básicas) por algún derivado como el Don Simón o el whisky de garrafón, puedo sacarme bastante para dos o tres arreglillos al mes. Al fin y al cabo, en caso de emergencia siempre me quedarían los 25 litros de etanol del laboratorio...

En conclusión: viva la crisis!!!! Yupiiiiii!!! Queremos crisis hasta el 2050!!
Arriba los bomberos por horas!!! Gracias, crisis!!!
P.D: programar transplante de hígado para dentro de treinta años.

martes, 24 de marzo de 2009

Viva la primavera!

Yuuuuujuuuuu!!! Ya estamos en primavera!! El viernes pasado, concretamente, entramos en esta fantástica estación, que tanto me gusta. Bueno, menos en un ecosistema aislado llamado el Corte Inglés, que siempre va adelantado y dónde seguramente ya están en verano o en otoño. Pero lo que decíamos, que es una época del año genial! Todo se vuelve muy, muy verde, las nubes cantan, los pajaritos se levantan... ay, no, que era al revés! En qué estaría yo pensando...

Aaaaay, primavera, qué bien! Llega el sábado y te apetece cantidad irte por ahí de excursión. Así que te haces tu bocadillo de carne rebozada y la tortilla de patatas (dos clásicos primavero-excursionistas), los metes en tu mochila y.... hala! a patear horas y horas seguidas, disfrutando de la naturaleza. Aviso importante: la tortilla de patatas, mejor que sea sin cebolla. Al ser sábado seguramemente salgas por la noche y si, por ley de Murphy, acabas ligando justo ese día (probablemente, después de un duro invierno a dos velas)... pues eso, sin cebolla, gracias.

Justamente este fin de semana me pegué una excursioncilla de estas que os comentaba... uf, una pasada! Casi seis horas pateando a saco por la naturaleza natural. En cierto momento, mientras contemplábamos la belleza espectacular del paisaje, vi que una de mis amigas empezó a saltar y gritar sin parar. Las lágrimas se le escapaban de los ojos y no podía quedarse quieta, la chica. Pensé, conmovida y admirada: cuanta sensibilidad, que alma tan capaz de maravillarse ante las cosas hermosas de la vida, cuanta emotividad concentrada en un solo corazón... pero luego resultó que se le había colado una abeja por la pernera del pantalón y le acabó picando en el culo. Cosas de la primavera...

Otro día una compañera del gimnasio me comentaba que, con esto de la primavera, se está volviendo muy "vieja-verde". Yo le contesté que, verde, vale, pero vieja... si no debe de llegar a los treinta! En conclusión: que lo de vieja era un decir, pero la idea básica es que se repasaba de arriba a abajo a todo espécimen masculino que su radar detectase en un area de cien metros a la redonda. Sin discreciones, además; nivel de disimulo cero. Pero puede estar tranquila: a mí me parece que todos estamos igual. Y es que, cuando las hormonas se alteran...

Aquí dejo el enlace a un articulillo muy científico e intelectual, sacado de la revista "El Jueves", homenaje a la primavera. Con canción de los "bi-gis" (versionada) incluida. Si hay crisis y estamos jodidos, por lo menos nosotros seguiremos disfrutando las cosas buenas de la vida. Viva la primavera! Oooooeeeeeee! Oooeee oooeee oooeee!

www.eljueves.es/2009/03/20/sabado_llega_primavera.html


miércoles, 18 de marzo de 2009

Emergencias: simulacro de confinamiento!

El otro día estaba en el gimnasio haciendo una clase de Power-Bid (en otros sitios llamado Body-Pump), cuando, de pronto, entró un tío vestido con un chaleco reflectante naranja fosforito, donde ponía en letras negras: "Emergencias". Pidió que parásemos la clase y que no nos moviéramos de allí. Nada más, ninguna explicación. Por lo poco estresado que se veía al hombre, estaba claro que aquella emergencia, grave, lo que se dice muy grave, no era; pero hubiera sido un detallazo dar algún tipo de justificación a los pobres pringados que nos quedamos a medias...

Entonces empezó a entrar gente, gente y más gente a la sala, pero nadie tenía ni idea de lo que estaba pasando. Simplemente, los enchalecados de emergencias los hicieron venir allí, en plan borreguil. Vino gente de las pistas de tenis, de squash, de la sala de máquinas, del rocódromo... todos los que estaban en aquella zona del gimnasio. Por suerte los equipos de fútbol y de básquet están en otro sitio, en el pavellón, y no vinieron, que si no...

Pregunté a las profes qué estaba pasando y me contaron que era un simulacro de confinamiento. Sí, sí, como suena: emergencia de confinamiento. Consiste en lo siguiente: todo el mundo que esté en algún lugar del gimnasio (que, por cierto, es un gimnasio universitario enorme al que va un montón de gente) tiene que ir a confinarse a aquella sala donde normalmente caben, como mucho, cuarenta personas. Me pregunto qué debe pasar si, cuando empieza el confinamiento, tú estás en pelotas a medio ducharte... ¿Te confinarán tal cual o te darán cinco minutillos para taparte un poco? Misterio sin resolver, y que espero no tener que resolver nunca...

Pues eso, que aquello fue un palo increíble: media hora o más esperando, hasta que la última persona localizable estuviera allí. Un coñazo. Había bastantes tíos, así que por un momento pensé que, para matar el aburrimiento, era una buena ocasión de poner en práctica algún plan interesante, de esos que siempre has querido vivir pero nunca se ha dado la situación. Por ejemplo, así al azar: podría fingir el típico ataque de histeria ("Diosssss mío!!! Vamos a moriiiiiiiir!!!") y abrazarme al macizo de turno. Luego éste me consolaría, y ya había localizado yo un rinconcillo discreto (donde se guardan las colchonetas, qué casualidad), y.... bueno, no voy a entrar en detalles. El peligro te obliga a hacer estas cosillas. Pero luego vi que había un riesgo potencial muy importante: que, en vez de eso, viniera aquella señora mayor (mayor de años y de peso, sin ánimo de ofender) y se liase a hostias conmigo para sacarme la tontería de encima. Mi gozo en un pozo. Así que me quedé quietecita haciendo marujeo con las vecinas de step, mientras allí no paraba de entrar gente.

Hablando, hablando con una mujer que estaba enterada de estos temas, supe que el confinamiento es una maniobra de emergencia por si algún día había un peligro exterior, como por ejemplo, un huracán o una nube tóxica en el ambiente o cosas por el estilo. Lo típico que puede pasar todos los días, hay que estar prevenido. Pensé que, en caso de huracán, la habitación de confinamiento ya hubiese salido volando, por mucho contrapeso que hiciéramos todos los de dentro (aquella sala, un bunker, precisamente, no es). Y en cuanto a una nube tóxica, seamos realistas: ¿qué es peor? ¿una inocente nube tóxica formada por un simple compuesto químico o la letal combinación de 100-200 personas (que un segundo antes estaban haciendo ejercicio físico a tope), confinadas en una sala minúscula? Porque vale, esta vez hicieron el simulacro un día que no había mucha gente y en el mes de febrero. Pero te pasa esto en pleno julio y hora punta, y es que no lo cuentas. Qué ambientazo! Nube tóxica fuera contra la amenaza biológica dentro; yo creo que prefiero la nube...

Al final, con unas amigas, decidimos que si alguna vez pasaba el huracán o la nube tóxica y nos tenían que confinar, fuese, al menos, cuando los bomberos estuviesen haciendo su entrenamiento en el gimnasio. El parque de bomberos está aquí al lado, gran ventaja de esta universidad, así que podría pasar. Pero, después, en un alarde brutal de inteligencia, pensé: "No! si hay peligro fuera, ellos estarán allí, salvando pobres ancianas y gatos en peligro, y otras posibles víctimas indefensas...". Así que, decidido: si viene un huracán mientras estoy en el gimnasio, seré la única pirada que en vez de ir a confinarse a la sala de emergencias, saldrá corriendo por el pasillo, en dirección contraria, al grito de "Huracán!! Huracaaaaaaaan!! Llévame a miiiiii!!" A ver si así los bomberos vienen a salvarme...

Y es que, si tengo que morir, entre una sala abarrotada de gente sudorosa y un cuerpo de bomberos huracanado, no hay color. Que se sepa: las becarias, además de mantenernos en dura lucha contra el michelín, sabemos perfectamente cómo actuar en una situación de emergencia.




viernes, 13 de marzo de 2009

La primera vez que me dieron por detrás

Lo tengo grabado a fuego en mi memoria, nunca mejor dicho. Ay, qué recuerdos! Me dio por detrás un bombero, por supuesto. Mi conexión con los bomberos va más allá de la simple obsesión...

Sucedió un día de octubre, de improviso. Era por la mañana, temprano, y, cuando menos lo esperaba... zas! El bombero me dio por detrás. Más tarde me contaría que el día anterior había hecho guardia 24 horas, y que no controlaba muy bien lo que hacía, pobre. Claro, debía de estar desconcentrado, no se dio cuenta... y pasa lo que pasa. Que un fallo lo tiene cualquiera, vaya.

Pasado el susto inicial, debido a mi falta de experiencia (la situación era nueva para mí), pensé que los daños traseros serían considerables... por el ruido que hizo la cosa, parecía algo chungo. Así que miré y vi que no, casi no se notaba. Mucho ruido y pocas nueces... Además, no me dolía nada, así que a partir de ese momento ya me relajé y todo.

Hicimos todo lo que se hace en estos casos, pero al acabar vi que había un problema grave: cierta cosa se había quedado incrustada detrás, y yo así no podía ni moverme del sitio. Ya estaba llegando tarde al laboratorio y empecé a ponerme nerviosa. Entonces el chaval, viendo mi preocupación, llamó a sus amigos para que vinieran a ayudarnos; y a los cinco minutos se presentó un camión lleno de bomberos dispuestos a solucionar el problemilla. Joder, eso era el paraíso! Emocionadísima, los vi bajar a todos con sus herramientas a punto: en un momento hicieron un poco de palanca, lo enderezaron todo y aquello quedó libre.

Eran muy majetes... Algunos hasta me gastaron bromas, para relajar el ambiente mientras me hacían su trabajillo: "Hay que tener cuidado con éste, que en cuanto te descuidas...chaca!". Si no hubiera sido porque la situación era un poco incómoda, aquello era el sueño de cualquier becaria hecho realidad, vamos.

Pues eso, que gracias al cuerpo de bomberos pude irme tranquila a trabajar después de una nueva experiencia. Si no, igual todavía estaría allí...

En resumen: esa fue la primera vez que me dieron por detrás, en mi primer coche, en una rotonda cuando iba a trabajar al laboratorio. El coche apenas tenía nada y no hubo problema, porque los bomberos viniero en camión a destrabar la rueda (que se había quedado encajada con el chasis). La segunda y última vez me arrolló un vejestorio con un todo-terreno y declararon mi coche siniestro total. Dicen que las comparaciones son odiosas, pero es que...vaya diferencia! Hay que joderse.

miércoles, 11 de marzo de 2009

Tocando los cajones

El otro día me enteré de que hay cursos para aprender a tocar los cajones. Cuidado, no os equivoquéis: no me refiero a tocar los "cojones", técnica archiconocida y dominada por hacienda, los políticos... y un largo etcétera (que, si empiezo, no voy a acabar nunca). No. Yo me refiero a tocar los "cajones", con a.

Se ve que el cajón es un instrumento de percusión jonda, tipo bongo pero en vertical, bastante habitual en el mundo flamenco. Perdonad mi ignorancia, pero no estoy muy puesta en estos temas lolailo-musicales...

Pues eso: que tú puedes ir a un centro cívico (normalmente estos cursos raritos se hacen en sitios así) y matricularte para aprender a tocar este pintoresco instrumento musical, que te permitirá fastidiar a los vecinos a base de bien. *Advertencia: no preguntar por estos cursos en centros de música homologados. Podrías provocar una crisis nerviosa o recibir una patada en el trasero.

Por lo que me han contado, el primer día la gente se presenta y, emocionados, explican porqué quieren hacer este interesantísimo curso, sus motivaciones más profundas. Aquí podemos encontrarnos con varios perfiles o fenotipos clásicos:

- El flipao: "Yo es que llevo el flamenco/ritmo/etc en las venas y he venido aquí para empezar a triunfar". Tiembla, Pitingo! (o Falete/Farruquito/último ídolo flamenco del momento). Que cuando el flipao acabe su curso de cajón, ya puedes ir retirándote...

- El pringui (o pringadillo/a): " Me he matriculado aquí porqué en el curso que realmente quería hacer ya no había plaza". Triste, pero sincero. Si eres uno de éstos, no desesperes: puede que, accidentalmente, descubras que tocar el cajón es tu objetivo en la vida. El universo te da estas sorpresas...yupiiiiii! Gracias, universo!

- El pilla-pilla (el que quiere ligar): "Yo he venido aquí para divertirme y conocer gente". Traducción: sería capaz de apuntarme a danzas tradicionales kazajistaníes si con ello consiguiera mojar el churro...

Una vez hechas las presentaciones, pasas a aprender las reglas básicas; cosa que consiste en hacer palmas. Te tiras una o dos horas diarias haciendo palmas a diferentes velocidades y estilos (demasiado complicado, no entraré en detalles). Aquí es cuando algunas personas descubren (o confirman, en el caso de que ya lo sospecharan) que su sentido del ritmo está alterado o es directamente inexistente.

En cualquier caso, no te preocupes: piensa que podrías llegar a dar con la solución del famoso koan zen "¿qué sonido hace una palmada hecha con una sola mano?" y hacerte místico. En fin, que aunque lo hagas como el culo, siempre puedes sacarle alguna utilidad a esto de los cajones...

Una vez superado el entrenamiento con palmas (no sé si habrá algún examen), supongo que se pasa ya a tocar el cajón propiamente dicho. O al igual esto ya es otro curso de nivel avanzado...

Nota: por causas ajenas a nuestra voluntad, nos resulta imposible ofrecer un informe más extenso y detallado en cuanto al tocamiento de cajones. Mi fuente no pasó del nivel 1 y debido al trauma decidió dejarlo y dedicarse al encaje de bolillos. Eso sí: imaginamos que debe de ser... alucinante!

Si quieres más información o prefieres montártelo en casa (la vergüenza es un mal muy extendido), puedes pasarte por esta web:

http://www.esflamenco.com/product/es37590551.html







Atención!!! Bombero: hazte un favor a ti mismo y apúntate al cásting de "Becaria busca Bombero". Las becarias participantes, aparte de tocar los cajones, tienen muchas otras cualidades...
No seas cazurro y apúntate ya! La ciencia te lo agradecerá!
Plazas ilimitadas (bajo previo cumplimiento de los requisitos solicitados).

lunes, 9 de marzo de 2009

Efectos retardados


Los tíos nunca dejan de sorpenderme. Cuando piensas que ya lo has visto todo, allí están ellos, siempre dispuestos a demostrarte lo contrario...


Esta historia tiene lugar en dos etapas, así que haremos un pequeño flashback en el tiempo para ponernos en situación:

- Verano, año 2005: fui de viaje dos semanas a Egipto, un sitio que siempre había querido visitar. Para dar una idea de lo penosa que era mi situación en ese momento, sólo mencionar que iba acompañada de mi hermano...

Egipto es un lugar increible, pero, si eres mujer, los egipcios te parecerán unos pesados de cojones y acabarás de ellos hasta los ovarios. Si eres hombre, te parecerán unos plastas también, pero igual tienes suerte y vuelves a casa sin la parienta y habiendo hecho negocio. En quince días me pidieron tres veces matrimonio y unas cuantas más intentaron negociar con mi hermano para cambiarme por camellos. Todavía recuerdo la cara que se le quedó a un vendedor de papiros (que intentaba convencer a mi hermano de que en un futuro próximo serían cuñados) cuando le dije que no tenía intención de casarme nunca. Casi se le salen los ojos de las órbitas; yo creo que le provoqué un trauma, al pobre chico... En fin, que fue la primera y única vez en la vida que eché de menos el ambiente de sitios como Platja d'Aro: al menos allí nadie está obsesionado por casarse contigo, incluso se olvidan de tu nombre a los diez minutos.

En el viaje formábamos parte de un grupo y realizábamos todas las visitas siempre con la misma gente. No tardamos en hacer amistad con varias personas entre las cuales había tres chicos de mi edad, que viajaban juntos y eran de una ciudad bastante cercana a la nuestra. Los tres estaban solteros y sin compromiso, pero, aunque nos pasamos casi dos semanas juntos y yo estaba disponible, ninguno demostró el más mínimo interés por mí. Pensé que debían de ser gays, pero, visto en perspectiva, estaba clarísimo que mi idea era equivocada, ya que en ningún momento intentaron tampoco ligarse a mi hermano... En fin, pues eso, no nos desviemos del tema: cuando nos despedimos, lo típico, nos intercambiamos los números de teléfono, "ya nos diremos algo" y todo el rollo. Pero, a la práctica, nuestro único contacto posterior fue un sms suyo la navidad siguiente, deseándonos felices fiestas. Yo propuse quedar algún día para compartir fotos, pero la cosa quedó en simple intención y no llegamos a vernos de nuevo.

A partir de ahí, el silencio absoluto y nunca más se supo.

- Año 2009: domingo 8 de marzo, 8:57 h de la mañana. Recibo un sms en el móbil. Después de cagarme en todo por haberme despertado, lo abro preguntándome quién coño podría ser a aquellas horas... Veo que es de uno de los chicos del viaje a Egipto, aunque en el momento me cuesta un poco asimilarlo.

Transcribo el sms literalmente, porque no tiene desperdicio:

" Hola guapa, todavía andas por ahí soltera? aquí la peña de Egipto todavía va por su cuenta y nos acordamos que a tu hermano te querían cambiar por 10 camellos! No nos hagas caso, que vamos pasados de vueltas! Cuídate mucho y buenas noches y un día de estos venimos a hacer una caracolada y de fiesta, sucram!"

* sucram significa gracias en árabe, fonéticamente escrito.

En fin... sobran las palabras. Como dice el refrán, el hambre agudiza el ingenio. Cuando la necesidad aprieta, se activan las neuronas de la memoria, aunque vayas como una cuba. Visto lo visto, yo me planteo tres opciones:

a) Soy una tía tan increiblemente espectacular que han tardado cuatro años en reunir el valor necesario para atreverse a intentar tirarme los tejos (y, por lo visto, con la ayuda de cantidades descomunales de alcohol).

b) Debido a la ingesta masiva de etanol, a las seis de la mañana, cuando los echaron del último garito, les entró un ataque de nostalgia aguda y amor por el prójimo, y empezaron a enviar sms a todo cristo. Como debo ser la número 457 en la lista, o por el estilo, a mí me tocó recibir el sms casi a las 9 de la mañana. No quiero pensar a qué hora habrán recibido el mensaje los que estén en la "z"...

c) Cuando se ha acumulado una necesidad tal de cuatro años sin pillar, han hecho un "screening" de PPP en su agenda telefónica. (Nota de la autora: PPP= posibles polvos pendientes).

Personalmente, prefiero pensar que la buena es la opción a. Pero, como me temo lo peor, he acabado contestando lo siguiente:

" Pues al final mi hermano ha conseguido venderme por veinte camellos, y ahora soy propiedad de un jeque árabe. La crisis es muy dura... Llamadme dentro de otros cuatro años, a ver si el maromo ya me ha repudiado y vuelvo a estar soltera de nuevo. Inshallah!".

* Inshallah= si Dios quiere

Al fin y al cabo, ninguno de los tres era bombero.




viernes, 6 de marzo de 2009

Accidentes laborales: pasillos y paquetes

Hay un gran olvidado en el ránking de peligrosidad de un laboratorio: el pasillo. En un simple pasillo, aparentemente inofensivo, pueden suceder los accidentes laborales más terribles e inesperados. Hoy me ha venido a la memoria una de esas catástrofes, que sucedió hace ya algún tiempo...

La cosa fue más o menos así: saliendo del lavabo a una velocidad bastante elevada, giré bruscamente a la derecha y me dirigí, acelerando, hacia el final del pasillo. En ese mismo momento por allí circulaba (a velocidad constante y tranquila) un compañero que iba en sentido contrario, de forma que nuestras trayectorias coincidieron en el espacio-tiempo. El choque fue inevitable: no hubo suficiente tiempo de reacción como para poder frenar yo o esquivarme él... Como resultado de tan trágica colisión y debido a la enorme cantidad de energía cinética concentrada en la zona del impacto, mi mano quedó empotrada en una parte muy concreta de su chasis: el paquete. Sí, sí, ya sabeis a qué clase de paquete me refiero... piensa mal y acertarás.

Recuerdo que hubo un primer momento de shock, durante el cual ninguno de los dos era consciente de lo que estaba pasando exactamente... Tras unos segundos que parecieron eternos, por fin las neuronas fueron asimilando la situación anatómico-geográfica exacta en la que se encontraba mi mano. Supongo que a él le pasaría lo mismo, porque no se movió; pero yo sólo puedo hablar por mí, claro. Entonces la sorpresa inicial fue sustituida por vergüenza extrema, y debí de ponerme roja como un tomate, porqué el sofocón que me subió hasta la cara no lo hubiera apagado ni todo el cuerpo de bomberos al completo. Después cada uno siguió su camino en direcciones opuestas: yo me metí pitando en el laboratorio, deseando que me tragara la tierra, mientras oía que él, a lo lejos, lanzaba algún comentario de efectos retardados...

Después de asegurarme de que no había testigos de tan lamentable encontronazo, llegó el siguiente punto: cómo actuar con la pobre víctima del accidente. Al fin y al cabo, él se había llevado la peor parte en la colisión... Seguro que si le sacaba el tema se moriría de verguenza, pensaba yo. Así que decidí, por respeto a su masculinidad y para no hacerle sentir incómodo, no decir nada más del asunto. Algún día todo quedaría olvidado, y listos.

Hasta que un día, en medio del laboratorio y cuando había bastante gente presente, va el susodicho y suelta, tan alegremente: "¿Sabeis que? El otro día Magrat me tocó el pajarito". Sí, sí, así mismo. Y así de cursi. Yo me quedé... que me pinchan y no sangro. ¿Tanto preocuparme por su orgullo masculino para eso? Y encima, tal como lo dijo, parecía que le hubiera metido mano a propósito... total, que me tocó aclarar los detalles a todo el mundo para que no malpensaran.

Aparte de la vergüenza que pasé en su momento, debo decir que este encontronazo imprevisto degeneró en una bonita amistad, que se conserva hasta el día de hoy. No hay mal que por bien no venga... Pero, desde entonces, pienso que los pasillos y los paquetes pueden ser muy, muy, pero que muy peligrosos.




jueves, 5 de marzo de 2009

Como hacer un Labo-Mojito

Esta ligera variante de la tradicional bebida es típica de esas noches que te dan las tantas en el laboratorio, liada con el maldito experimento de los coj... bueno, con ese experimento que se te hace eterno. Se puede tomar sola o acompañada (si hay algún otro pringadillo por ahí).

Ingredientes:
(4 personas o 1 que beba mucho)
Alcohol de 96º
Glucosa
Ácido cítrico
Hojas de menta
Hielo picado

Elaboración:

1)
En un vaso de precipitados de litro, se ponen 100-200 gramos de glucosa (de la que hay en la estantería de reactivos generales).

2) Se vierte en el vaso un chorrito de solución de ácido cítrico (justo para humedecer la glucosa) y se añaden las hojas de menta, que habrá que traer de casa previamente. Como alternativa creativa, puede sustituirse la menta por alguna otra hierbecilla que le dé un toque más personal (se puede preguntar a algún compañero de piso, que nos solucionará el problema fijo).

3) Usando un mortero, se machacan las hojas de menta con la glucosa, para que suelte el jugo (alternativa: homogeneizar con el politrón).

4) Se deja reposar y se añade el hielo picado (de la máquina de hielo, sale ideal) hasta aproximadamente tres cuartas partes del vaso.

5)
Por último, se vierte el alcohol de 96º hasta cubrir el vaso. Puede cogerse de la garrafa tranquilamente: como se compra en lotes de 25 litros no se notará (siempre y cuando esta receta no se repita muy a menudo...).

6) Todo ello se remueve con una varilla de vidrio hasta que se disuelva la glucosa. En caso de que todas las varillas hayan desaparecido del labo, se puede usar una pipeta de 10 ml. La pipeta también puede utilizarse posteriormente para sorber el mojito (si la pipeta tiene filtro, haciendo la succión necesaria para sobrepasarlo).

Y...a disfrutarlo!

Dificultad: baja
Tiempo de preparación: 10 min.
Valor energético (kcal/ración): un güevo, pero está de vicio...

Sugerencia de la chef: si has venido al laboratorio en coche, mejor déjalo y quédate a clapar en cualquier rincón. Saldrás ganando doblemente: al día siguiente puedes decirle al jefe que te has quedado a currar "overnight" (y sumar algunos puntos), y además evitarás que la pasma te desplume el carnet de puntos si tienes la mala suerte de que te hagan soplar por el pirindolo.





miércoles, 4 de marzo de 2009

Becaria busca Bombero: el origen

He visto la luz! Después del éxito de cierto programa cutrísimo de televisión (que, por supuesto, yo no he visto pero me lo han contado), he sido iluminada con la revelación más importante que he tenido en todo lo que llevo de tesis: si "granjero busca esposa", becaria busca bombero! Ahí está la solución a todos mis males, no sé como no me había dado cuenta antes...

Ahora sólo falta escoger como organizarlo: ¿pongo un anuncio en el periódico convocando un cásting en el laboratorio? ¿Voy a "El diario de Patricia" a hacer un llamamiento para todos los bomberos en edad de merecer? O, mejor aún, lo que sería más adecuado para el caso: ¿le pego fuego a mi piso para que vengan y pueda verlos actuar en vivo y en directo? Al propietario y a mis compañeros de piso no les haría mucha gracia, pero todo es por el bien de la ciencia...

Una vez decidido este pequeño detalle sin importancia, si seguimos el mismo protocolo experimental que los granjeros, la cosa iría más o menos así:

1) En primer lugar, miles y miles de bomberos se presentarían al cásting (o al incendio en cuestión) con la esperanza de cumplir la gran ilusión de su vida: salir con una becaria (o apagar su incendio, vaya).

2) A continuación, tras una revisión exhaustiva del material, la becaria seleccionaría a los veinte o treinta afortunados que pasarían a la fase final.

3) Posteriormente, después de un estudio más profundo de los especímenes, dos de los finalistas pasarían a compartir la dura vida diaria de la becaria. Todo el día venga a hacer experimentos y más experimentos, sin parar...

4) Para finalizar, las conclusiones: la becaria se quedaría con el candidato que le hubiera dado los mejores resultados.

Y ya está. Así de fácil y simple. Es que lo veo clarísimo, tengo mucho que agradecerle a este fantástico programa. Un pequeño sacrificio por parte de la becaria (o sea, yo), y el sueño aparentemente imposible de un bombero podrá hacerse realidad.

Aparte de eso, algún día explicaré el porqué de los bomberos y no cualquier otro gremio... Que hay mucho malpensado suelto y podrían creer que, simplemente, todo es cuestión de mangueras.