Pero, implacable, se avecinaba la catástrofe: en plena madrugada se puso a diluviar. Yo no me enteré, pero las chicas, desde la tienda, lo vivieron de cerca. No sabemos si el chaparrón empezó a las tres de la mañana o a las seis. Llevamos una semana investigando y debatiendo el tema sin llegar a conclusiones definitivas. Como pruebas, tenemos la conversación de Gemma y Ester en su tienda, durante la cual Gemma le preguntaba a Ester si tenía algo fuera porque estaba lloviendo. La susodicha Gemma mantiene que debían de ser las seis porque recuerda que fuera ya era de día, pero hay que tener en cuenta el pequeño detalle de que estaban acampadas al lado de una farola (y que, además, a las seis NO es de día). Ester no puede opinar sobre el tema día/noche porque creo que no llegó a despertar del todo, y además mis fuentes me informan de que llevaba antifaz. Por otro lado, las de la otra tienda argumentan que eran las tres de la mañana, y de ahí no las sacas. Así que ya veis: la polémica está servida, señores...
Vayamos al grano: que estaba cayendo el diluvio universal. Joder! Eso significaba que nada de piraguas ni de bomberos salvadores al rescate! qué putada... Encima, en el trayecto de la tienda/bungalow hasta el bar, donde nos reunimos, acabamos todas empapadas y nos pasamos toda la mañana con la humedad en el cuerpo.
Pues el plan alternativo para el molesto caso de la lluvia consistió en que nos metieron, bien apretujaditas y mojadas, en una sala. Entonces empezaron a soltarnos rollos y a ponernos películas de video sobre gente que SÍ podía hacer piragüismo y NO tenía que estar allí encerrada congelándose... Algunas eran interesantes, pero otras eran un palazo. Sobre todo, la charla del mejillón cebra era para dormirse. El mejillón cebra, ese gran peligro desconocido. La gente no sabe a lo que se expone, pero parece ser que España está siendo invadida subreptíciamente por el mejillón cebra... inconscientes!
La que sí me encantó fue una francesa que hacía piragüismo y kayac a pesar de tener una pierna ortopédica. Increíble la cantidad inacabable de energía que tiene esa mujer... En estos momentos acababa de volver de una expedición en kayac por la Antártida y nos pasó el vídeo de la expedición anterior, por el Ártico. Flipante. Parece ser que, en los trayectos largos, tiene que quitarse la pierna, la pone en el porta-equipajes (o lo que sea, pero en piragua), se mete en la piragua (con una pierna) y venga: a tirar millas! Además, se ve que cada día le cambia el calcetín a la pierna, y a veces los lleva desconjuntados. En resumen, una mujer con un entusiasmo por la vida y un sentido del humor admirables...
Pero, cuando ya pensábamos que no había esperanza, sucedió el milagro: paró de llover! Así que nos dijeron que, quién quisiera, podía salir en piragua. Hubo una desbandada de gente y, sin explicaciones teóricas ni nada, salimos a saco por el embalse. Aquello era un descontrol: todo el mundo iba a su bola, sin ruta marcada, ni nada. Me fastidió que nos obligasen a llevar chaleco salvavidas, porque entonces mi plan para atraer bomberos igual no funcionaría tan bien como había planeado. Pero, al final, esto no me suposo ningún impedimento por un motivo muy básico: que allí no había ningún bombero!! Me recorrí todo el embalse y parte del río buscándolos frenéticamente, removí tierra y agua desesperadamente, pero nada. Examiné todos los rincones y hasta miré detrás de los juncos, pero ni rastro de algún bombero. En el angustioso momento en que comprendí la triste realidad, me sentí estafada por la vida...snif, snif! (pero luego ya me olvidé, claro, porque ir en piragua por un sitio así es chulísimo!!).
Aaay! Fue genial! Menos rato del que habíamos pensado, pero bueno. Algo es algo... Después hubo una comida (con mucho vino y cava, pero me tuve que joder porque conducía yo) y al final entregaron un premio a la organización que más mujeres había llevado a remar... ¡y ganamos nosotras! Sí, sí, increíble: yo pensaba que cuando decían "organización" se referían a clubs de piragüismo, con profesionales y eso... Pero no: nosotras constábamos como Universidad Autónoma de Barcelona (y ninguna teníamos ni idea, solo la Gemma, porque el remo se parece un poco a la pértiga), y... ganamos! jeje... Si es que somos las más mejores del mundo mundial...
Antes de irnos para casita, nos hicimos unas cuantas fotos con el trofeo que tanto esfuerzo nos había costado ganar. Era una reproducción a escala de una de las esculturas de un artista que hace cosas freakys con piraguas en formas raras. El trofeo era una especie de piragua-lámpara maravillosa, y en una foto todas lo frotamos y deseamos que el genio nos conceda... ¡bomberos! ¿Acaso alguien lo dudaba?