jueves, 7 de mayo de 2009

El furmbol es asín



Ayer hubo "champions-". Algunos plastas (demasiados para mi gusto) con coches, o gritando como posesos, no me han dejado pegar ojo en toda la p...puñetera noche. Así que hoy, casualmente, voy a tratar un tema muy espinoso, que a muchos no les va a gustar nada, nada, nada (no les va a gustar que lo trate así, el tema los vuelve locos, claro): el furmbol. Ese deporte de masas que, a unos cuantos, sinceramente, nos la suda...

Pues, en primer lugar, analicemos fríamente en qué coño consiste esto del furmbol: un grupo de tíos (teóricamente adultos, pero yo tengo mis dudas) de sitios diferentes, defienden los colores de algún otro sitio totalmente distinto a sus respectivos lugares de origen, frente a otro grupo de tíos que tampoco tienen nada que ver con lo que representan. La forma de hacerlo es persiguiendo todos a una pobre pelota inocente y dándole patadas hasta meterla (o no) entre tres palos, mientras otros dos tíos con guantes grandes intentan que no la metan. Muy escuetamente, se trata de esto. Luego hay que aderezarlo todo con paridas varias cómo la táctica, el entrenador, el club, la afición, el espectáculo, los cracks y todas estas tonterías que sirven para justificar la de pasta que llegan a cobrar estos pavos por no hacer prácticamente nada aparte de rascarse los huevos todo el día...

Pensándolo bien, la clave está en todo lo que se genera tras el hecho en sí, que sería bastante tonto si la cosa quedara simplemente en esto de patear a una pelota. Así, lo importante es que, durante un partido, miles y miles de tíos y tías (por el ruido que hacen, millones, diría yo) están mirando cómo dos grupos de patanes con camisetas horteras van de un lado para otro persiguiendo la pelota y, de vez en cuando, metiéndola (o no). Lo importante es, cuando se mira, llegar a un nivel de histeria aceptable. Si no, no vale, claro. Como mínimo, para ser un buen aficionado al furmbol, hay que cumplir una o varias de las siguientes condiciones, en diferente grado:

a) Gritar. Como un loco, no nos valen las medias tintas. Hay que gritar hasta dejarse en ello las cuerdas vocales. Que no somos nenazas, coño! Mucho mejor si, en vez de gritar en tu casa, te reunes en un bar con tus amigotes y competís a ver quién hace más el capullo mientras os atiborráis de cerveza y patatas fritas (y que conste que soy una firme defensora de la cerveza, ahí no tengo nada que objetar).

b) Insultar. Aquí tenemos distintas modalidades de insulto, según se tercie: al árbitro (práctica muy extendida), a los jugadores del otro equipo, a los jugadores de tu propio equipo, al entrenador, a los aficionados del rival, a la familia de cualquiera de los anteriores... y así hasta el infinito.

c) Arreglar el mundo. Consiste en que tú sabes mucho más que cualquier entrenador, jugador o todo el mundo juntos y, si te dejaran que tú mandases, haríais tal o cual infalible estrategia y ganaríais todos los partidos por veinte a cero.

d) Integrarte. Si tu equipo gana, es TU equipo: "los hemos machacado!", "nos los hemos follado vivos!", etc. Si tu equipo pierde, son ESOS pringados: "han hecho el ridículo", "han dado pena"... etc. Que tú formes parte directa o no del equipo siempre es relativo...

e) Pasarte una semana comentando con todo cristo el puto partido. O hasta que jueguen otro partido casposo que desplace al anterior. Dar la brasa con el partido y las interesantes cositas de después del partido a cualquiera que se cruce en tu camino, hasta que le revienten los tímpanos. Esto incluye también chupar tele o escuchar en la radio todas las noticias, anécdotas y chorradas relacionadas con el partido y/o tu equipo, para después poder propagarlas y demostrar que estás muy implicado en la relación "tú- grupo de tíos pateadores de bolas".

f) Comprarte la camiseta de tu equipo, la bufanda de tu equipo, la bandera de tu equipo, el reloj de tu equipo o los gallumbos de tu equipo. Esto sería el nivel básico; llevarlo puesto y que no se te caiga la cara de vergüenza, sino que encima te hinches de orgullo como un pez-globo ya entraría dentro de un nivel bastante elevado de "aficionalidad"...

g) Discutir con gente a quien le molan más los once tíos que llevan otra camiseta diferente a la de los once tíos que llevan la camiseta que te gusta a ti. Aquí también encontramos distintos niveles: desde discusión pacífica, comentando tranquilamente vuestras diferencias de opinión (una especie de hinchas prácticamente en extinción) hasta, llegado el caso, meterle una sarta de hostias (o algo peor) al supuesto oponente. Claaaaaro, ya sabes que ha cometido el gravíiiisimo pecado mortal de no pensar lo mismo que tú en un tema tan increíblemente importante y transcendental como patear pelotas: es satanás!!! Hay que defender a tu equipo hasta la muerte, nunca mejor dicho. Esto suele hacerse en grupo, por aquello de compartir los buenos momentos y luego emocionarse pensando lo unidos que estáis en vuestra cruzada común a favor de una camiseta hortera. Por supuesto, a cambio de hacer el gilipollas así, obtienes como recompensa una valiosísima y hermosísima... nada. Patético, sin comentarios.

En fin, y muchas cosas más que ahora no tengo tiempo (ni ganas) de enumerar. Es que esto del furmbol es tan intelectual y complicado... No entraremos en comentar las millonadas que ganan cuatro gañanes por dar patadas, ni en comentar en qué cojones lo despilfarran luego tontamente, más que nada porque no quiero sufrir una crisis nerviosa. Esto tiene miga para escribir una enciclopedia, como mínimo...

Pues eso, las mentes avispadas habrán podido deducir que el fúrmbol no me entusiasma demasiado... Pero, bomberos: tranquilos! Que no cunda el pánico: si sois unos forofos de este supuesto "deporte", no os preocupeis! No seré yo quien os impida disfrutar de vuestras sesiones de placer interminable viendo partidos; mientras tanto, me largaría de farra con mis amigas, no hay problema. Afortunadamente para mí, aun quedan bares donde, en vez de furmbol, ponen música. Entonces es cuando te encuentras al típico pelmazo que, después de hacerse el interesante alardeando toda la noche de pasar de pelotas, va y te sale con aquello de "yo es que soy más de Fórmula 1...". Manda güevos, hay que joderse!



6 comentarios:

Unknown dijo...

Pues tienes razón, yo tampoco logro entenderlo...

No entiendo como ayer grité tanto, salté tanto, insulté tanto, porqué ayer, sin frío alguno, llevaba bufanda, cómo hoy voy a hablar tanto del partido, por qué hoy alguien me ha pegado una sonrisa en la cara...

No lo entiendo, pero no por eso deja de maravillarme...

Al final uno se resigna a disfrutar cuando tu cuerpo y tu mente deciden por su cuenta que hoy tu no vas a tener el control.

No voy a intentar comprenderlo, ni compararlo con el circo romano, porque no me veo yo aplaudiendo a un león que se zampa a un pobre cristiano (que no ronaldo, de los de antes, los de la cruz y todo eso), simplemente no puedo entenderlo, me limito a vivirlo.

Y como decía el gran Confucio en su lapidaria frase que hoy se lee en tu título...

El futbol es así!!!!

Hala, pasa un buen jueves!

PD: Siento que no te guste el futbol... con la que se avecina... jejeje

Magrat dijo...

Jaja! M'alegro per tu! No tinc res en contra de qui ho gaudeix sanament, simplement és la meva opinió (això, i que acostumo a riure de tot, començant per mi mateixa...).

Uuff! Siiiiiiií! Que no em passi reeeeesssss!!

Apa, que continuis amb el somriure a la cara tot el dijous (i més!)

Gemma Pagès dijo...

tens moolta raó. no s'entén, no hi ha manera possible d'entendre-ho. però segurament per això encara és millor. :)

XL dijo...

He observat un increment en paraules mal sonants en el teu últim post... vols dir que no estaves de mala llet quan el vas escriure perquè no havies dormit bé?
La veritat és que el fútbol és un gran tinglado per tal de que els homes s'abrassin i es donin petons i sigui socialment acceptat...

JO dijo...

Doncs a mi, per exemple, no m’agrada el ballet de l’August Bournonville. Però no faig un post criticant el comportament de la gent que li agrada aquesta modelitat de ballet. Ni tinc res contra la gent que li agrada aquest tipus de ballet. Ni en contra de els ballarins que practiquen aquest tipus de ballet.

Jo reconec que no soc capaç de captar les sensacions que emet aquest ballet. Per tant el problema és meu que no puc gaudir d’aquestes sensacions. Ho admeto soc un INCAPACITAT en aquest aspecte.

Però curiosament, la persona que ha escrit aquest blog, al adonar-se que és incapaç de percebre aquestes sensacions, considera que la culpa és dels altres, no d’ella. És més, crítica a les persones que tenen una capacitat que ella no té....Això en el meu poble te un nom....

Magrat dijo...

Hola Jo!

Trobava a faltar els teus constructius i agradables comentaris... jeje.

Sí, ho reconec: sóc una incapacitada per apreciar el futbol. És una tragèdia, però la vida és així, què hi farem... :-P (ho veus? començo a entendre-ho, ja parlo com ells...)

Mira, com que feia tant de temps que no apareixies per aquí, et donaré la raó i tot, perquè estiguis content...(o no, que ja sé que et va la polèmica, a tu)

Muakis i fins aviat!