lunes, 18 de mayo de 2009

Malditas hormonas!

Hay días en los que más le valdría a una no salir de la cama. Si pudiera ser estando bien acompañada, mejor que mejor, pero en realidad, para el caso, un simple osito de peluche (o incluso un triste trozo de felpa) serviría... Atención: prohibido malpensar! El osito en cuestión no viene con un accesorio de veinte centímetros, que quede claro.

Pues eso, me refiero a los días Ñ. Ñ de ñoños, que para algo tenía que servir esta letra tan sosa e infrautilizada. Que se gane el puesto en el alfabeto, coño! (le estoy haciendo un favor).

Los días Ñ son aquellos en los que, sin darte cuenta hasta que ya es demasiado tarde, acabas convirtiéndote en un ente insoportable incluso para ti misma. Vaya, que no te aguanta ni Dios... Te sientes sola e invisible entre la multitud, invadida por un desconcertante sentimiento de desasosiego, y, lo peor de todo: tu autoestima está tan maltrecha que se necesitaría un submarino nuclear para localizarla. Amarillo o no.

Sí, sí: tu pobre autoestima está ahí abajo, en la fosa de las Marianas, a tropecientos mil kilómetros bajo el nivel del mar. Allí, de vez en cuando, tiene el placer de ver pasar a alguno de esos peces abisales tan raros, con sus órganos bioluminiscentes y sus deformidades, y seguro que los encuentra más atractivos que a su propietaria... Para que os hagáis una pequeña idea de la situación.

Son esos días horribles en los cuales desearías con todas tus fuerzas que te hicieran sentir una mujer especial y extraordinaria, y lo único que consigues es sentirte extraordinariamente miserable y tan especial como una cucaracha, más o menos. Mientras que, por contra, todas las demás sí que te parecen una maravilla, y mucho mejores que tú en todo, por supuesto. No podían faltar las comparaciones inútiles, claro está... Además, eres perfectamente consciente de que los demás no están en este mundo para subir tu moral ni para satisfacer todas tus expectativas, pero no puedes evitar esperarlo, para sentirte luego fatal cuando no lo hacen. Trampas del ego, ese pérfido traidor que te ataca cuando menos te lo esperas...

En esos días, las palabras se convierten en letales armas de doble filo: comentarios que, en cualquier otro momento, simplemente te la hubieran sudado, se vuelven ahora afilados puñales que van a clavarse a tu pobre corazoncito, sediento de afecto. En fin, que sientes asco de ti misma al verte reducida a tal estado de hipersensibilidad ñoñil. A veces, en los casos más alucinantes, pasa como en los viajes astrales: tu espíritu (el de verdad, el que tiene dos coj...ovarios como una casa) abandona tu cuerpo y te ves desde fuera actuando como nunca harías, ni siquiera bajo los efectos de litros y litros de alcohol... y que conste que esto último está perfectamente experimentado y probado, con una n suficientemente grande como para ser significativo.

Sé que todo esto puede sonar ligeramente exagerado, pero el dramatismo extremo es otra de las simpáticas cualidades con las que te bendicen los días Ñ. En resumen, podemos decir que te sientes una piltrafa humana. Sí, sí, creo que así queda un poco más claro...

Otra prueba de estar viviendo un día Ñ la tienes cuando eres capaz de echarte a llorar en cualquier momento y por cualquier parida. Esto sólo sirve como señal en según qué mujeres; en otras pasa todo el tiempo y no sería indicativo de nada fuera de lo habitual. Pero, por ejemplo, yo, que no soy muy dada a llantos inútiles: debo confesar que ni siquiera derramé una sola lágrima cuando mataron a la madre de Bambi. La naturaleza y la escuela de la vida me han hecho dura y fría como el acero... Ya que hablamos de ello, de pelis sólo recuerdo haber llorado con "E.T.", y no precisamente cuando el bichejo aquel, feo de cojones, estaba a punto de palmarla... No, no: yo me puse a llorar como una magdalena cuando las bicis salen volando, con una luna gigantesca de fondo y sonando aquella musiquilla "chaaaaán chaaaán chachachacha chaaaán chaán...". Creo que fue la emoción de ver que algo podía vencer a la ley de la gravedad... ay, qué envidia más cochina!

Aparte de eso, pocas veces más me he hundido en un pozo de lágrimas (bueno, de risa, muchas veces, pero ese es otro tema). Lamentablemente, en los días Ñ esto cambia de forma radical: serías capaz de convertirte en un surtidor humano viendo cosas tan expresivas y sentimentales como al "Horatio" de "CSI" o un anuncio de Hemoal, por decir algo. Incluso llorarías con una peli de Meg Ryan y Tom Hanks, y no precisamente de la vergüenza ajena, como sería el caso en una situación normal...

En definitiva: que los días Ñ son una putada. Una putada grande, muy grande. Por suerte para nosotras y para todos, no pasan muy a menudo. Menos mal! Además, suelen ser breves, los únicos días que duran menos de veinticuatro horas... esto sí que es de agradecer. Y, casualmente, tienen una inexplicable tendencia a coincidir con la inminente y posterior llegada de nuestra amiga, la regla. Eso sí, los anuncios de compresas y tampones, realizados por publicistas que parecen haberse fumado el producto que anuncian, no te hacen ni puñetera gracia sea o no sea día Ñ...

Si es que, inevitablemente, las hormonas nos dominan, y de qué manera... A los tíos también, pero a ellos los llevan en un único sentido, constante y monotemático. Alguna ventaja tenían que tener, aparte de poder mear de pie y no tener que depilarse (para los metrosexuales, solamente poder mear de pie)...

Personalmente, puestos a elegir entre varios efectos posibles de las hormonas asesinas, prefiero los "días Q": estar encantada de conocerme, sentirme la más mejor del mundo mundial, y llevar encima una mala hostia tan potente que, a quien no esté de acuerdo con todo eso, "Que se la pique un pollo!!!".


7 comentarios:

ester_kandi dijo...

hahaha els dies ñoños són un clàssic!! Però jo pensava que tu eres immune a l'efecte de les hormones...

en fi, l'unic remei es la paciència! Ànims!!

Magrat dijo...

En general sóc força immune, però hi ha alguns dies a l'any que... sense comentaris. Tots tenim una part fosca, jeje!

Paciència i una ampolla de vi (o vàries), això ho cura tot...hahaha!!

Jo dijo...

Tot això que has dit està molt bé, però t’has deixat d’explicar que un dels motius pel qual busques un bombero, és per poder culpar-lo a ell del teu desequilibri hormonal. El pobre bombero, sense saber de on li ve ni cap on va, de cop es trobarà amb que tot és culpa seva i que qualsevol cosa que faci o no faci estarà malament, amb els conseqüents rapapolvos.

Però tot i això tranquil•la, ell aguantarà estoicament aquest dia. Més li val aguantar si en un breu futur vol calmar el seu propi desequilibri hormonal.

Magrat dijo...

Jaja! Un bomber està acostumat a salvar vides i a controlar situacions de màxim risc i perill extrem, així que és capaç d'aguantar un dia Ñ i molt més!

A més, estic segura que amb un bomber aprop meu, els dies Ñ pràcticament desapareixeran del mapa... hehe... Si a canvi de lliurar-me d'aquesta patètica situació, l'he d'ajudar a ell amb els seus desequilibris hormonals, doncs cap problema! Ja em sacrificaré!! Pel bé dels futurs gats que seran salvats, es clar...

Gemma Pagès dijo...

ooooosti, gran descripció dels dies Ñ!! sí, em sembla que totes n'hem patit algun... però sense dies Ñ els dies Q no serien tan valorats (per allò del ying-yang, saps què vui dir?) o sigui que, endavant, tu!! a saltar dies Ñ i a buscar dies Q!!

jo ja vaig mirar si pel cel de l'Empordà en trobava algun i... bueno, no va ser ben bé un dia Q, més aviat un dia O, de ooooosti que petita que sóc però que guai que és això!

Unknown dijo...

Dies Ñ...

Curiós que sempre se'ls associa al món femení, tot i que tene la seva variant masculina.

La diferència és que nosaltres, arrossegats per l'instint de dissimular les emocions i fer-nos els valents (o fer-nos el merda), els disfressem i llavors els convertim en dies "X", dies en que més valdria que algú ens fotés una pallissa i ens deixés mig inconscients, perquè si aconseguim relacionar-nos amb algun altre ésser humà, el més probable és treure'n una discussió, una rabieta o un enemic més.

Dies per jugar a la Play i no donar explicacions, dies per posar el volum de la música al cotxe a un nivell que pugui fer sagnar la resta de mortals, dies per berenar pa amb nocilla sense remordiments, dies per estar amb un amic al costat, en silenci, compartint sorolls guturals i cerveses...

Ara, les lleis de la física tremolen quan en una parella coincideixen un dia Ñ i un dia X... llavors només hi ha dues opcions, i la segona sol ser la més repetida:

1- Polvo descomunal reconciliador i alliberador de tonteries (uffffffff)

2- Discussió oberta on existeix el dret i la obligació de treure els draps més bruts del fons de l'armari... (es pot arrodonir amb la primera opció o bé amb un "portasso" i un "ja tornaré d'aquí una estona quan ens haguem calmat")

En fi, la mare natura, que de tant en tant es diverteix amb nosaltres...

Apalins, me'n vaig a tancar la maleta, a dutxar-me, a sopar una mica i cap a l'aeroport, que tinc unes ganes de tornar com feia temps que no tenia (i m'encanta!!)

Bon divendres!!

jo dijo...

Que no s'actualitza mai aixó? quina gandularia que hi ha pel mon!!!