viernes, 26 de junio de 2009

Cosas que quemar en la hoguera


Hace unos días fue San Juan, el solsticio de verano, la noche más corta del año. La noche de las brujas (digan lo que digan los yanquis y su "jalogüin").

Siempre he sentido mucha simpatía por las brujas. No me refiero a esas come-ollas que se anuncian en la tele y te echan las cartas a noventa por minuto sólo para acabar diciéndote una sarta de tonterías, no... Yo quiero decir las otras, las de verdad. Esas mujeres libres que vivían tranquilas y autosuficientes en medio del bosque, en una cabaña repleta de libros incomprensibles, con su sombrero puntiagudo y su gato negro. Y la escoba voladora para darse un garbeo de vez en cuando, claro... Me gustan. Conjuros ininteligibles, magia concentrada, pócimas secretas. Bolas de cristal, lunas siempre cambiantes, siluetas recortadas contra las estrellas. En fin, esas cosillas.

Cuenta la leyenda que, en la noche de San Juan, cuando por fin se apagan las llamas que han estado ardiendo desde la medianoche, tienes que pedir un deseo y saltar por encima de las brasas de la hoguera...sin bragas. Entonces, si has seguido este ritual, tu deseo se hace realidad.

El caso es que, cierta noche de San Juan de hace ya bastantes años, salté sin bragas por encima de la hoguera (apagada, claro, que si no...). Y el ritual en cuestión resultó ser un fiasco: a día de hoy, todavía sigo esperando que se me cumpla el deseo. Desde que lo pedí se han producido varios amagos de cumplimiento, pero al final la cosa siempre acaba resultando un pufo. De hecho, la leyenda tampoco especifica cuanto tiempo tarda en hacerse efectiva: igual cuando esté en el asilo con noventa tacos mi deseo se hará realidad. Así que tampoco se puede reclamar nada...
Consejo: si haces este ritual, mejor que vayas bien depilada. Siempre puede saltar alguna chispa imprevista, y el pelo prende muy rápido... Excepción: si tu deseo es que vengan los bomberos, entonces mejor que no te depiles desde la navidad anterior, como mínimo.

Entonces, hace ya un tiempo, decidí que se acabó eso de esperar a que se cumplan mis deseos mirando desde la barrera. La cuestión es: sea San Juan o no, mejor te enciendes tu propia hoguera y quemas en ella todo ese montón de basura inerte acumulada que estarás encantada de chamuscar. Puedes quemar, entre otras cosas:

Idiotas complejos que no sirven para nada más que mortificarte inútilmente.
Antiguos prejuicios que no han de llevarte a buen puerto.
Costumbres obsoletas, convencionalismos e imposiciones absurdas. Eternas esperas de valoraciones innecesarias...
Comparaciones insustanciales, donde siempre te llevas la peor parte. Y, sin embargo, al otro lado de la verja el césped está reseco y apagado; medio muerto.
Cavilaciones estériles que sólo consiguen llevar al borde del suicidio a tus pobres neuronas enloquecidas. Y agotar tus últimas reservas de energía...
Nubes negras que amenazan tormenta y suenan a hueco. Máscaras descoloridas que buscan caer.
Lastres que te impiden disfrutar de tu oro.
Palabras que se llevó el viento. Gotas de mar.
Cuentos de nunca acabar.
Mares embravecidos estrellándose contra la roca, una y otra vez...
Miedo a los miedos. Cadenas.

Quémalo todo. Todo. Exorciza tus demonios, contempla a los fantasmas retorciéndose en las ardientes llamas liberadoras. Y dedícate a cumplir tus deseos por ti misma. A hacerte realidad. A reinventarte cada día. Y cuando se haya consumido en la hoguera hasta la última gota de bilis negra, el fénix resurgirá renovado de sus cenizas. Batiendo sus alas, ingrávido, hacia nuevos horizontes. Con o sin bragas.

5 comentarios:

XL dijo...

El próxim cop que demanis un dessig, demana que es compleixi en un temps determinat. O sigui, vull això en una setmana!
Aquesta tradició no serveix pels homes? Si no la trobo sexista.

Gemma Pagès dijo...

Uo! bonissim!!
em sembla que ja és hora que me'n vagi a encendre el foc...

gemma

Unknown dijo...

Potser no els he llegit tots, però el d'avúi és el millor dels que has escrit des que passo per aquí... amb calçotets o sense.

Foc, flames i ratafia!!!

Magrat dijo...

Sí, suposo que la tradició també serveix pels homes, però aquests han d'anar amb més compte o poden acabar molt xurruscadets d'un lloc concret. Tot és qüestió de mides... hehe

M'alegro que us hagi agradat! Gràcies i força ratafia!!

Unknown dijo...

Doncs mira, jo reconec que menteixo molt, i sobretot menteixo molt bé.

Crec que la mentida és el que aguanta el món sencer, si no fós així el planeta hauria desaparegut fa molts anys.

Algú em va dir un dia que, encara que sigui molt trist, la hopcresia mou el món...

I amb els anys cada dia li dono més la raó.

Ara, s'ha de saber distingir quan toca mentir i quan cal ser honest, aquest és el secret.

Apalins, que demà... Divendres!! Ja només quedaran 5 dies per les vacances... jurjurjur!!