jueves, 4 de noviembre de 2010

¡Que viene el papa!


Estos últimos días se está hablando mucho de la visita del Papa, Benedicto XVI. Es un tema candente, de rabiosa actualidad, que da mucho que pensar y todo eso. Hoy, reflexionaremos sobre ello, aunque éste es un blog muy serio y no entraremos en cuestiones banales y superficiales como todo el dinero que se ha despilfarrado en la visita papal, la gente que está a favor, la gente que está en contra, la paralización de media ciudad por un viejo con sotana blanca... ninguna de estas pequeñeces importa.

Aquí hablaremos de lo realmente grave, profundo y fundamental, que es lo siguiente: ¿a estas alturas, aún hay alguien que crea que Dios (si existiera) elegiría como representante suyo en la tierra a un tío tan, pero tan feote como el Bene? No hace falta tener un master en marketing para saber que, hoy en día, todo se vende exclusivamente por su imagen (sólo hay que recordar los clásicos anuncios de coches deportivos con tías buenas en pelotas encima, por poner un ejemplo). La cosa es simple... Dios, en teoría, es omnisciente, osease que lo sabe todo, todo, todo. Así que seguro que está informadísimo de este pequeño detalle de cara a promocionarse y comerle la olla a la peña para que se hagan fans suyos. Es imposible que escoja como representante a un tío que da un miedo que te cagas... De hecho, desde que eligieron papa a Ratzinger Z, el pobre "coco" se ha quedado sin curro; las madres ya no amenazan a los niños con él, sino con el otro, que además les puede hacer cosas peores que llevárselos en un saco...

Porque vamos a ver, sigamos analizando: te viene un tío horripilante y grimosillo como el Bene a soltarte el rollazo de "follar es pecado, no lo hagas. Ves a la iglesia a rezar y darle tu pasta al tío vestido de escarabajo". Y tú, viendo su careto, piensas: "¡los cojones! Como no mojas ni pagando, intentas que todos pringuemos como tú. Mal de muchos, consuelo de tontos...". Y claro, no tiene ninguna credibilidad, el hombre. En cambio, si un tío o tía superbuenos y apañadotes (un bomberazo, por ejemplo) te dicen eso mismo, igual empiezas a plantearte el tema de otra manera (quizá acabas intentando demostrarle que no es cierto, pero esa ya es otra cuestión). La sociedad es así, no la he inventado yo. Al final, el follaje y el dinero mueven el mundo...

En fin, que esto, para mí, es un claro teorema lógico-filosófico demostrativo de que Benedicto XVI no puede ser el representante de Dios en la tierra (exista o no exista Dios). Por tanto, nos están estafando, como siempre. Nos venden la moto. Nos la han "colao" otra vez, vaya.

Así que, visto lo visto, yo propongo lo siguiente: ya que nunca vamos a recuperar toda la pasta que se han gastado en este pufo, invirtamos el dinero del viaje episcopal en mandar al papa y a todos sus amigotes cardenales, obispos, etc al espacio exterior, en un vuelo hiperestelar tripulado con el objetivo de ir a cristianizar, por ejemplo, el planeta Raticulín. Quién sabe, igual allí el Bene conoce a Carlos Jesús, o a Micaé o a Christopher (o a los tres en uno) y surge el amor... Puede que así dejase de dar por culo metafóricamente para pasar a hacerlo literalmente. Y, la verdad, creo que estaríamos todos mucho más contentos.

1 comentario:

XL dijo...

No digas el nombre de Micaé en vano!!! No fa falta que sigui un tio o una tia bona. Si només amb Carlos Jesus ja tindrien més seguidors!